jueves, 5 de mayo de 2011

Poznan, segundo concierto

Esta mañana, que empezó soleada, aunque fresquita, y que acabó lluviosa, ha sido fundamentalmente dedicada al “shoping”... Algunas, que tenemos poca paciencia para esas cosas, hemos preferido visitar alguna fachada perdida o algún claustro escondido, pasear por la ciudad y tomar una cervecita y un té con calma, antes de reencontrarnos con el grupo para un almuerzo en Stary Rynek, que se ha convertido en el “meeting point”. En el menú, crema de champiñones, borsch, camembert empanado con frutas del bosque, salmón… Las proteínas necesarias para afrontar el ensayo general y el concierto de la tarde.

El concierto, de nuevo, un éxito. Ha tenido lugar en el Collegium Rungego, el salón de actos de la Universidad de Agricultura. En el programa, Karelia de Sibelius, dirigida por Eolo Lepola; Tance Goralskie de Moniuszko y la obertura de La Revoltosa, dirigidas por Vakaris Lopas; y La tarántula, el Tiempo de gavota de La Calesera de Chapí y La canción de Paloma del Barberillo de Lavapiés de Barbieri, dirigidos por D. Arturo Brugada. Si bien en el concierto de ayer destacó la obra de Gorecki, en el de esta noche, han sido las piezas de zarzuela las que han encandilado al público polaco, gracias al gracejo de las cantantes (sobresaliente esa Paloma de Celia Sánchez del Río) y a la enérgica y acertada dirección del Maestro Brugada.

La noche ha terminado con unos vodkas en la plaza de la ciudad, imprescindible para combatir los 4º de la primavera polaca, y con una pronta retirada, puesto que mañana (hoy, ya) toca madrugar para viajar a Lituania.

María Jesús Pacheco